Estándares para Bibliotecas Universitarias Chilenas
¿Universidades cumplen con estándares en sus Bibliotecas?
En Valparaíso y más exactamente en la Universidad de Playa Ancha, se reúne esta semana (tercera de abril 2017), la Comisión Asesora de Biblioteca y Documentación del Consejo de Rectores de Chile para sancionar la tercera edición de los “Estándares para Bibliotecas Universitarias Chilenas”.
Sobre los estándares en
Bibliotecas universitarias hemos comentado ya en algunos post, uno de ellos
recordaba los dichos de un ex rector de la Universidad del Mar (Universidad privada
cerrada por el Estado de Chile), este
antiguo rector daba cuenta del desinterés por parte de los controladores de
dicha casa de estudios por la educación,
fundamentando en la cifra de profesionales bibliotecólogos contratados por la Universidad para sus Bibliotecas:
Esto ocurría hace más de cinco
años, ahora cerrada la Universidad del Mar y otras Universidades el tema está vigente: ¿Se cumplen al menos
los “Estándares para Bibliotecas Universitarias Chilenas”?, sabemos que existen
Universidades Estatales en Chile que no cuentan con una Biblioteca, basta
realizar una búsqueda en la Web para enterarse por el Consejo Nacional de Educación que una Universidad informa
26 metros cuadrados de biblioteca con 45 préstamos anuales, sin salas de
estudio para el año 2017, datos que no logran llegar a un mínimo que permita
decir que efectivamente existe una biblioteca real, más aún si informa la
existencia de la carrera de medicina entre las carreras que funcionaron ese
mismo año. Preguntar entonces si se
cumplen los estándares para la contratación de profesionales bibliotecólogos parece ingenuo. Raúl Urrutia, argumentaba que un indicador de
la calidad de la educación entregada era contar con Bibliotecas que a su vez
contaran con bibliotecólogos, pareciera
una perogrullada, sin embargo la
realidad es otra, existen Universidades
que no cuentan con Biblioteca, no son pocas aquellas que contando con Biblioteca
no cuentan con bibliotecólogos en una cantidad suficiente, si el estándar
indica un profesional por cada 500 estudiantes
existen Universidades con un bibliotecólogo para 3.200 estudiantes,
según datos de el propio Consejo Nacional de Educación, de entre
aquellas que teniendo Biblioteca y contando al menos con la cantidad mínima de
bibliotecólogos, existe un reducido número de estas que integran a sus procesos las funciones de Biblioteca,
la mayor cantidad restringen las funciones de Biblioteca a operaciones de
acceso a la información para los programas de pregrado.
El desarrollo de herramientas de
información para investigación, la
definición de servicios para postgrado,
la generación de programas de vinculación y la producción de información
para la gestión, junto con la gestión patrimonial son funciones de Biblioteca y requieren de profesionales bibliotecólogos para su implementación.
Es importante la definición del
estándar para las Bibliotecas, de la misma
forma la definición de una rúbrica que permita medir el logro y la evolución de
este. Solo la permanente preocupación
permitirá avanzar, en este punto es
importante reflexionar en el hecho que
un Sistema de Biblioteca no es el producto,
un Sistema de Biblioteca es una de las herramientas para lograr entregar
una educación de calidad, en este
sentido las Bibliotecas no son un elemento que aparece cuando existe educación
de calidad o alta investigación o actividades de vinculación o patrimonio que
gestionar, la Biblioteca es uno de los
elementos parte de la ecuación inicial para lograr educación de calidad. Cuando se evalúa una Institución de
educación superior se mira su Sistema de Biblioteca por esta condición de
herramienta, si esta falta o es
deficiente existe una dificultad mayor en lograr un desarrollo de calidad en la
educación.
Esperamos ver el resultado final
de la actualización de los “Estándares para Bibliotecas Universitarias
Chilenas” y salir de la duda si
incluirán en esta tercera edición un procedimiento para evaluar su cumplimiento
en las Universidades, como un observatorio de implementación, o acompañar el texto de una rúbrica o incluir
en el texto recomendaciones para la recolección de información por parte de los
organismos del Estado como la Comisión de Acreditación o el Consejo Nacional de
Educación.
En un punto aparte queda la
participación de las Bibliotecas pertenecientes a las Universidades que se encuentran
fuera del Consejo de Rectores, que son el 53% aprox. Existirá alguna forma que permita su
participación en el desarrollo de los estándares y que además otorgue una base de mayor
sustento al documento. Esto sería
efectivamente una nueva edición de los “Estándares para Bibliotecas
Universitarias Chilenas”.
Reunión CABID 2016 UNAP |
Realidad y estándares (ilustración propia) |
Estimado Sergio, esta abismante negligencia y desidia del sistema es efecto de una crisis política y de liderazgos en las instituciones, los aspectos técnico-profesionales, se ven eclipsados frente a estas evidencias.
ResponderEliminarInteresante reflexión, pero como las reflexiones éticas, quedan en poco al final del día al parecer. Mis respetos Sergio querido!